La reciente decisión de cerrar parcialmente la Cuesta Chinchorro desde las 20 hrs hasta las 08:00hrs producto de los sucesivos derrumbes a inicios de este mes ha desatado una ola de preocupación en la industria del transporte de pasajeros en Arica. Este cierre ha afectado gravemente a empresas de buses que operan entre Arica e Iquique, incluyendo a empresas que realizan viajes diarios en la zona.
Marcos Carter, representante de la Federación Gremial de Buses de Chile (FENABUS), ha expresado su preocupación por la situación. “Hemos experimentado una caída significativa en los ingresos. Esta interrupción ha traído enormes pérdidas financieras para las empresas, y si esto persiste, el desempleo también aumentará, ya que se verán obligadas a reducir su personal”, señaló.
El impacto del cierre no se limita a las empresas de transporte. Proveedores, comerciantes locales y otros actores del sector también están sintiendo las consecuencias económicas de esta interrupción. “Es un efecto en cadena que afecta a toda la comunidad. La actividad económica generada por el transporte es crucial para muchos”, agregó Carter.