En la carrera por obtener un escaño en el Congreso Nacional, una de las críticas que sea han intensificado es el denominado «turismo electoral» por parte de algunos candidatos, cuestionando el arraigo o pertenencia a la zona a la que aspiran a representar.
Uno de los casos que ha generado mayor debate es el del senador José Miguel Insulza (PS), quien dejará la Región de Arica y Parinacota para postular al Senado por Valparaíso, un bastión del Frente Amplio. Su objetivo es mantener el escaño que ocupaba Isabel Allende (PS), quien fue removida por el Tribunal Constitucional debido a la fallida compraventa de la casa de su padre, Salvador Allende.
Antes de que se oficializara la candidatura de Diego Ibáñez (FA) al Senado por Valparaíso, el diputado Jorge Brito (FA) -quien aspiraba inicialmente a esa nominación- manifestó sus reparos al eventual desembarco de Insulza: «Posiblemente no sea muy conveniente en cuanto a que en nuestra región el turismo electoral siempre ha rebotado. Pero los partidos tienen su legítimo derecho a definir quién postulará a las elecciones, pero también es importante que existan priorizaciones, porque no puede el Partido Socialista querer todo en Valparaíso, en La Araucanía y en el Maule». Insulza no es el único aludido.
El diputado José Miguel Becker (RN) también cuestionó el fenómeno luego de que el Partido Republicano confirmara la candidatura del exalcalde de La Florida, Rodolfo Carter, al Senado por la Región de La Araucanía. A través de sus redes sociales, Becker afirmó que «en La Araucanía tenemos personas con experiencia, que son de la región, no necesitamos candidatos a préstamo, eso dejémoselo al fútbol».