Con la llegada del frío, los huevos nuevamente suben de precio. Se trata de una tendencia que se repite cada año, según explican avicultores de la región de Arica y Parinacota, por la bajada en la postura de las gallinas; pero además advierten de otro problema que afecta al rubro: el contrabando de huevos desde países vecinos.
“El precio ha subido porque la producción disminuye con el frío, aunque la materia prima para alimentar a las gallinas se ha mantenido estable”, explicó Diego Berríos, representante de Avícola del Carmen. Según detalla, durante el verano una bandeja costaba alrededor de $6.000, mientras que actualmente ronda los $6.500. “Cuando el precio empieza a subir, también aumenta el ingreso de huevos ilegales. Afuera del Agro se ven, y aunque a veces los interceptan, por uno que pillan, pasan diez”, expresó.
Berríos aseguró que este tipo de comercio informal genera una competencia desleal que impacta a quienes trabajan de manera formal. “Nosotros cumplimos con todas las normativas sanitarias. El SAG viene constantemente a hacer controles, toma muestras de sangre, revisa las fecas de las gallinas, y verifica que no haya plagas”, enfatizó.
Sebastián Karl, de Avícola Karl, también destacó este comportamiento del mercado. “En invierno hay más consumo, sobre todo por productos calóricos como pasteles o masas, y además cuesta más que las aves mantengan su ritmo de postura. Eso hace que haya menos producto y suba el precio”, señaló.
Además de los factores climáticos, Karl mencionó que el precio del alimento también puede influir. “A veces sube el maíz, que es importado desde Argentina, Paraguay o Estados Unidos, y eso también incide en los costos”, indicó.
En medio de este escenario, Sebastián Karl llama a valorar la producción local, que por años desarrolló junto a su padre, Willie Karl Bravo. “El negocio ya lo había empezado mi papá por el 2011, y ahora me toca seguir solo porque él falleció ahora en abril, de cáncer gástrico”, comentó. “Así que igual para mí esto es continuar con lo que él dejó”.
Así, pese a los desafíos del invierno y la competencia informal, los productores ariqueños se esfuerzan por ofrecer una alternativa confiable y segura para la comunidad.