Tras presentar diversas pruebas en el marco de un juicio abreviado, la Fiscalía de Arica logró condenar a N.A.G.O., de 43 años y de nacionalidad chilena, acusado por el delito de abandono o maltrato animal, luego que en febrero del año pasado provocara la muerte de una gata de nombre “Juanita”, tras haberla agredido con un elemento contundente en el balcón de su domicilio.
La investigación dirigida por la fiscal Érika Romero y trabajada junto a la Brigada Investigadora de Delitos Medioambientales (Bidema) de la PDI, permitió establecer que el día 23 de febrero de 2024, pasado el mediodía en calle Fortunato Valencia, el acusado, quien se encontraba en el balcón del segundo piso de su propiedad, agredió brutalmente en la parte cervical con un objeto contundente a la felina de nombre “Juanita” que estaba sentada en el techo de dicho balcón, la cual recibió un golpe en la zona media baja de la espalda, perdiendo la movilidad de sus patas traseras y comenzando de inmediato a arrastrarse para escapar de su agresor.
Tras ello, la mascota cayó al patio del domicilio colindante, siendo encontrada fallecida producto de la agresión efectuada por el acusado. Los propietarios de dicho inmueble, que desconocían los hechos, envolvieron a la felina en una manta y la dejaron dentro de una bolsa para ser retirada por el camión de la basura posteriormente.
Por su parte, los dueños de la mascota se enteraron de su fallecimiento a través de un video de vigilancia que registró el ataque.
“Se trata de una condena altamente significativa por un delito de maltrato animal con resultado de muerte. En este caso, el acusado agredió brutalmente a una gatita con un elemento contundente, provocándole lesiones tan graves que terminaron con su vida. Desde el Ministerio Público vamos a seguir potenciando las investigaciones por maltrato animal para que este tipo de hechos no queden impunes”, señaló la fiscal Érika Romero.
De esta manera, tras un juicio abreviado en el Juzgado de Garantía de la ciudad, llevado a cabo por la fiscal Ingrid Castro, la Fiscalía de Arica logró que se condenara al acusado a la pena de 540 días de presidio menor en su grado mínimo, la que fue sustituida por reclusión parcial nocturna domiciliaria, por el mismo tiempo de la condena, y a la remisión condicional por dieciocho meses.
Asimismo, al imputado se le condenó a la suspensión de empleo u oficio público mientras dure su condena, una multa de 20 UTM mensuales, además de la pena accesoria de inhabilidad absoluta perpetua para la tenencia de animales.