Un complejo escenario desde hace cuatro meses y medio la Región de Arica y Parinacota, tras una serie de derrumbes en la Ruta 5 Norte, que une dicha ciudad con el resto del país.
Desde entonces, el territorio se encuentra con su conectividad vial seriamente afectada, lo que ha perjudicado la calidad de vida de los habitantes, así como al sector económico y el turismo, reportó Emol.
El primer derrumbe se produjo en la Cuesta Chinchorro el 23 de agosto de 2024, pero han habido muchos más desde entonces, lo que ocasionó el cierre del camino para efectuar trabajos en la ruta.
Desde octubre, se volvió a abrir parcialmente la carretera, pero cada noche se cierra de manera total, entre las 22:00 y 6:00 horas, lo que genera una congestión vehicular que se extiende por kilómetros.
El gobernador de Arica y Parinacota, Diego Paco, señaló que pese a las consecuencias evidentes de las obras en el tráfico de vehículos, no se ha instalado ningún tipo de baño ni agua potable a lo largo del camino, lo que obliga a las personas a «hacer sus necesidades en plena carretera». «No hay planificación ni soluciones reales, solo parches y excusas», acusó Paco. –
Agregó que «la Seremi del Ministerio de Obras Públicas (MOP) había anunciado que en diciembre se finalizarían las labores, y la ministra del MOP dijo que en enero. Nada de eso ha pasado. Las autoridades de la región seguimos esperando que se nos convoque —tanto a los alcaldes como a mí— a una reunión en la que se presente un plan con fechas claras, considerando contingencias como el Carnaval y garantizando que la empresa trabaje de manera continua, no por turnos intermitentes».
Destacó que «la hicimos llegar una carta al Presidente Gabriel Boric manifestándole nuestra preocupación y llamándolo, junto con la ministra del MOP, a venir a terreno (…) Acá las autoridades tenemos voluntad de colaborar, pero necesitamos el compromiso del Presidente y de su equipo. La conectividad y el libre tránsito no son un lujo, son un derecho. No hay ninguna respuesta por parte de las autoridades del gobierno central. Pareciera que el Gobierno prefiere mirar hacia otro lado. Se resisten a resolver los problemas, entregar soluciones y gestionar».